Hola, soy Loyda Arroyo. Y voy a contarles eso que los evangélicos decimos y conocemos como: Mi testimonio.
Yo tuve el privilegio de nacer en el seno de una familia cristiana. Mis padres eran pastores y yo crecí en un entorno donde La Biblia y sus principios eran las leyes que regulaban mi casa, oración cada mañana antes de ir al cole, cultos, evangelismo, conferencias, campamentos… Y un sin fin de actividades en las que Dios era el centro de nuestras vidas.
Estoy enormemente agradecida a Dios por este tiempo, porque gracias a este tiempo mi vida es hoy lo que es.
Hasta aquí todo parece idílico, pero en Agosto de 1998 a mi padre ,Manuel Arroyo, le detectan un cáncer de estomago y su metastasis por todos los huesos.
Recuerdo perfectamente el dia que mi madre me dijo:» Loy, papa tiene cancer». Ella se quedó en el hospital y me dió dinero para que me bajara a casa de mis abuelos en bus. Desde que subí al autobús, hasta que baje, yo no podía dejar de llorar y llorar…no entendía nada. Mi padre era un buen siervo de Dios. ¿ POR QUÉ?, esta era la gran pregunta…Y nunca llegó una respuesta. Siempre supe que mi padre moriría, y en febrero de 1999 mi padre partió con el Señor.

La vida tras la partida de mi padre fue dura, en primer lugar había que adaptarse a la partida de un ser querido y en segundo lugar adaptar economía, tiempo, cuidados…
Mi madre, Ani, tuvo que trabajar fuera de casa mucho más, y yo me dediqué en cuerpo y alma a cuidar de mi hermano Dani. En aquel momento yo tenía 16 años y el 10 años.
Fueron años muy duros, y mi relación con Dios…se enfrió.

Mi vida empezó a tomar un giro,salidas, alcohol y mentiras y mentiras… eso era lo que más me dolía. Me había vuelto en una mujer que no quisiera hoy ,que por ejemplo, lo fuera mi hija.
Los años fueron pasando, estudios, carrera, amigos,matrimonio, hijos… Y mi interior siempre tenia esa lejanía personal con Dios. Anhelaba volver a tener una relacion con el de arriba, porque tenía todo, y estaba vacía, porque las mentiras traían problemas a mi casa, porque el vacío era enorme y el temor a Dios ninguno y yo sabía que eso me alejaba de una vida eterna en su presencia.
En el año 2009 nació mi hijo Rafa, pero no fue hasta que nació mi hija Ana en 2012 que mi vida dió un giro.
Aquí me planté , mis problemas me sobrepasaban en todos los aspectos, especialmente en el matrimonio y el económico, y todo era por males decisiones mías.

Me giré de nuevo a JESÚS y le pedí que me ayudará. Necesitaba ser aquella niña de siempre que creía que » el Señor va contigo, no te abandonará ni te desamparará»(Deut.3:16),»Dios es nuestro amparo,nuestra fortaleza,nuestro pronto auxilio en la tribulación»(Salmo 46:1).
Todos aquellos versículos que memorizaba de pequeña, me servían ahora de consuelo y me mostraban que no hay más para una vida feliz que poner nuestra mirada en LAS COSAS DE ARRIBA NO EN LAS DE LA TIERRA.

Llegar hasta aquí, fue difícil, salir de problemas familiares y económicos nos llevó un tiempo duro.
Pero llegaron tiempos mejores, en los que Dios nos ayudaba como familia.
El 21 de Mayo de 2017 estaba en el culto, mi marido,mis hijos y mi mamá.
Mi madre aquella tarde dió testimonio. Su testimonio me gustó, porque dijo que Dios siempre acaba su obra en nuestras vidas y que es fiel en completarlas.
El 22 de Mayo de 2017 mi hermano, Dani, falleció con 29 años en un accidente de trabajo.
Ha sido el mayor palo de mi vida.
Tenía mucho miedo a como afrontar esta etapa, pero desde el minuto 0 mi marido, Pepe,me dijo, tienes una vía directa abierta para hablar con Dios, te va escuchar…
Es muy doloroso para mí hablar de esto, a penas hace 1 año que Dani partió con el Señor.
Pero he de decirte ( a ti que lees mi testimonio) , que tenía muy claro, que no quería alejarme en ningún momento de Dios. El día del funeral de Dani, le dije a mi querida amiga Betty antes de subir a la iglesia, ahora empieza la fiesta.
Si te preguntas por qué dije eso voy a explicartelo:
He conocido lo que es estar cerca y lejos de Dios, he conocido lo que es la enfermedad y la muerte repentina, he conocido los beneficios de la verdad ,aunque duela, y las malas consecuencias de una vida alejada de Dios.
Y es por esto y sólo por esto que hoy en día no podría entender una vida alejada del Padre Celestial.
¿ Cómo no agradecerle a Dios por mi maravillosa familia? ¿ Cómo no agradecerle a Dios por sus cuidados? ¿ Cómo no agradecerle a Dios por su protección diaria? Si eres de los que piensas, ¿ cómo puedes creer en Dios, si te quitó a tu padre y a tu hermano? Te diré que Dios me ha dado un marido y unos hijos maravillosos, que me permite disfrutar de mi madre cada día, que me da casa, comida, consuelo, que ha sanado mi ansiedad, me ha consolado las lágrimas y me ha prometido: «que las afliciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse» ( Romanos 8:18)
Te invito que le des a Dios la oportunidad de cambiar tu vida, porque ÉL te ama como nadie podrá hacerlo jamás, el puede sanarte,no sólo físicamente, sino que puede cambiar tu vida radicalmente y para darte siempre lo mejor.

Sirvo a un Dios vivo, que puede hacer milagros.

Gracias por leer esto y recuerda: » Sólo en Dios ha hallado mi alma descanso » ( Salmo 62:1)

Que Dios te bendiga.
Loyda